domingo, 26 de diciembre de 2010

Mecanismo: huida o retirada

 "Mi corazón indómito no dejo de galopar
ni un minuto esa noche."

A veces me pregunto que más puedo hacer. ¿Qué es aquello que no logra sanar dentro de mi?. A veces mi cuerpo esta cansado de sufrir las lesiones del alma, y mi mente contrita, piensa hasta el hartazgo porque estoy estancada en aquel pasado, porque no logro avanzar. Tengo dudas respecto a todo últimamente, me pregunto si soy yo la que vive con un problema cada día, o si las demás personas sufren de esta manera en la que yo lo hago. Me pregunto si a los demás les pasa que sienten que en cada tic tac que da el reloj ven reflejado su fin, de la misma manera que me pasa mi. Todo esto surge a partir de hechos que suceden en mi vida sin explicación aparente. Les paso a contar una de estas situaciones: “yo estaba sentada en un bar riéndome, hasta que un aroma me envolvió e inmediatamente sedujo a mis miedos, no caí en la trampa, no volví a probar de aquel aroma dulzor, pero ya estaba impregnado en el ambiente, y el paisaje que se extendía delante mío no era alentador, todos bailaban, eran como simios controlados por la adicción, cada uno tenia su droga. Yo solo intento alejarme, no pensar en ello, pero demasiado tarde el síntoma vuelve a apoderarse de mi, la sequedad en la boca, la tensión en las piernas, seguidos por un leve temblor, el corazón palpitante, y la única solución que encontré fue huir, y logre calmarme esa noche pero, entonces, ¿por qué no deja de dolerme?. Cobarde, así me nombro a mi misma, no puedo enfrentar el problema como un verdadero adulto, porque no sé como serlo, aun sigo siendo esa niña que llora por los rincones, que le teme a la oscuridad, que espera por las noches un beso y un abrazo de su madre para poder irse a dormir…”

sábado, 4 de diciembre de 2010

we all forget

Hoy no sé como empezar, hace mucho que no escribo. A veces pareciera que uno olvida como usar las palabras, y aprende acallar el ruido de las olas rompiendo en la mente. También olvidamos lo malo de esta actitud inconsciente, olvidamos lo que es estar sentados en una silla, una noche, con la luz en off, observando como de a poco se apaga la vida afuera en los suburbios. Como el cuerpo manifiesta un dolor reprimido, una lágrima encarnada…

jueves, 21 de octubre de 2010

CATARSIS


…Soñé, me desperté, mi corazón latía con fuerza ante el estimulo de una pesadilla, de una rememoración, comer no pude, me temblaban mucho las manos. Me cambié, me subí al auto, aprecié las gotas más allá del parabrisas, mi mente estaba perdida, y mis ojos no percibían horizontes, estaban extraviados en mi delirio místico. El auto se detuvo, bajé, entré al Instituto neuropsiquiátrico al que concurro diariamente, pagué en la ventanilla la suma correspondiente por mi obra social, luego entré a la sala de espera, y esperé. Los minutos eran eternos, el mundo me daba vueltas, vivir me daba vértigo, y entonces ella me llamó, mi psicóloga.
-Buenos días, ¿Cómo estas?.
-Y no muy bien. En realidad muy mal.
-¿Por qué?, ¿qué paso?
-El sábado 9 de octubre fui a un recital. Al principio estuvo todo bien, armé un banquito ecológico a base de cartón. vi a Rosal, a Leo García. Cuando terminaron de tocar Banda de Turistas me fui a fumar del verde, usted entiende (guiño el ojo), junto con mi hermana, mi novio y mi amiga. Y en el momento estaba todo bien, tranquilo no mas. Cuando terminamos de fumar nos paramos, y ahí empezó todo. Las piernas se me entumecieron, me temblaban, mi cuerpo era demasiado como para dos piernas. Después empezaron los mareos, el vértigo, la sequedad en mi boca, la sequía del alma. Me miré en el reflejo de sus ojos, sentí miedo, miedo de mi misma, de mi imagen, estaba pálida, pálida como un muerto a punto de yacer en su féretro. Mi novio junto con mi hermana masajeaban mis piernas, pero estaba lo suficientemente inconciente y delirante como para percibir la realidad, tenia terror, por primera vez temí morir. Entonces pedí por él, mi hermana lo llamó, pero en ese momento el no podía venir a ayudarme, estaba lo suficientemente lejos como para llegar a tiempo. Pedí entonces por un medico, y mi hermana inmediatamente fue por uno. Me llevaron a la cruz roja, me tomaron la presión, y sintieron mi corazón, y dijeron que ambas cosas funcionaban bien en mí, pero yo no lo sentía de esa manera. Alucinaba, tenia pensamientos recurrentes de muerte, todo lucía tan tenue y tan alejado. Me sentía en un universo propio de mi mente, y yo me encontraba allí perdida, sin punto de entrada ni salida, creí que me quedaría atrapada en mi de por vida o sino que dejaría de existir para siempre. Y empecé a pensar cuan insignificante soy, que solo seria una noticia de último momento, y muchos dirían “tan solo tenia 17 años” y que al otro día todo continuaría igual, porque el sol sigue brillando en mi ausencia, nacen flores y se marchitan, y llueve, y se nubla, y nacen niños y mueren, todos en mi ausencia. Me pregunté que seria de mi hermana, mi padre la atormentaría de por vida si yo moría, y el destino de mi madre seria casi el mismo. Pensaba mucho en mis amigos, en mi familia (obviando a mi padre), en mi novio, en la manera en que me había despedido de el diciéndole que lo amaba, y mirando hacia atrás para decirle adiós con la mirada, con tan solo un ademán. Cuando por fin logre calmarme trajeron a alguien casi muerto al lado mío, y ahí volví a empeorar. Temblaba tanto, el corazón se me aceleraba tanto que sentí que no lograría aguantar, y creo que estuve a punto de morir cuando se me presento una epifanía. Me vi a mi en el futuro, y no fue agradable lo que vi. Me pude ver tiesa, dentro de un ataúd. Mis ojos blancos como el papel, mi piel pálida, toda putrefacta. Y hasta ahí llego a recordar. Después recuerdo haberme levantado como si nada y me fui, seguí disfrutando del recital. Igual esa misma noche y durante esta semana seguí soñando una y otra vez como me moría, entonces estos síntomas que manifesté ese día se instalaron en mi como algo permanente. Y ahora yo le pregunto, no. ¿Es normal sentir todo el tiempo que te moris?...

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Justos o réprobos?


Pum…todo voló a mí alrededor en mil pedazos. En aquel preciso instante pensé que había cometido el crimen perfecto, hasta que escuche las sirenas de las patrullas casi al lado mío y un oficial tendiéndome en el suelo y gritando “alto, policía.” Me llevaron al penal de Ezeiza y bueno acá es donde me encuentro hace más de un año. Al principio me sentí perdida, asustada, como se imaginaran acá la gente es muy poco amigable, el respeto acá dentro se gana a los golpes e incluso muchas veces te cuesta la propia vida, pero, ¿qué otra opción queda?. Por suerte aprendí a rodearme con gente que se hace respetar acá dentro, sino creo que podría estar muerta ahora.
A lo largo de este año, conocí muchas mujeres que se encuentran acá dentro por diversos motivos, pero todas de alguna manera se intentan justificar, no quieren reconocer que ya no se encuentran dentro de la lista de los justos, sino de los réprobos. Todos acá estamos condenados de por vida a las penas eternas.
Recuerdo la primera noche en que llegué y me pusieron en mi celda, había una mujer con quien debía compartirla, le decían la Yayi. Me había preguntado por qué razón me habían encerrado, pero yo me negué a contestar. Entonces ella empezó a contar su historia, dijo que ella era una mujer como cualquier otra, tenía su marido y dos hijos, cocinaba, planchaba, vivía solo para ellos, no consideraba que necesitase algo más que eso. Pero con el despertar de los veranos y las muertes de los otoños, algo en su mente cambio, ella no sabía si la monotonía había sido la causa principal que la había llevado allí, detrás de las rejas que, bifurcan la hermosura de la luz de la luna. Ella creía que esa era la explicación más lógica, sino no sabía explicar como de un día para otro empezó a escuchar voces, y a sentir un ser superior que se apoderaba de su cuerpo. Las voces, y ella influenciada por este ser que decía controlarla, fue lo que la llevo a matar a su marido cortándolo trozo por trozo, y a ahorcar a sus dos hijos. Trató de declararse con trastornos mentales, pero no lo consiguió, a pesar de haberles detallados a los jueces su historia, tal cual me lo contó a mí. Lástima, Yayi murió unos meses después de conocernos.
Más tarde conocí a otra mujer que ejercía como prostituta, pero no lo hacía por necesidad, sino por gusto, por placer. Decía que no importaba que un hombre sea mayor mientras que sepan darle a una lo que necesita. Todo el tiempo repetía, “a todos nos queda siempre algo que dar.” Y creo que algo de razón tenía. Recuerdo que contó que había caído en cana porque por primera vez en su vida se había enamorado de verdad. Pero el hombre al que ella amaba, quien fue su pareja, no la respetaba por su profesión, todo el tiempo la degradaba como persona, la golpeaba. Y le había robado todos los ahorros que ella poseía y la dejo sin nada. Entonces ella lo buscó y como quien dicen “ el que busca, siempre encuentra.” Y cuando se vieron cara a cara discutieron, y durante un momento de ceguedad, un ávido sentimiento surgió de ella y agarro un cuchillo que había a su alcance y lo apuñalo cincuenta veces. Al final el amor le costó su libertad, al igual que a mi.
Recuerdo que tuve tres parejas, antes de la última persona con la que tuve una relación, a todas ellas creí olvidarlas al conocer a mi última pareja. Al principio todo era lindo, sin discusiones, era perfecto como todo lo es al principio. Tendía a idealizarlo todo el tiempo. Pero con el tiempo, como me había pasado en mis otras tres relaciones, cuando había discusiones me desilusionaba a tal punto, que eso me hacía pensar en mis parejas anteriores, me hacía que me enamore de ellas, una y otra vez todo el tiempo, creando en mi mente una confusión tal que no sabía que hacer. Si volver con ellos, si intentar olvidarlos, todo me conducía al desatino. Y esto fue el motivo por el cual siempre fracasaba en mis relaciones, porque me di cuenta que no sabía y aun no sé como amar. Yo amo los recuerdos de éstas personas, pero no los amo a ellos en carne y hueso. Por eso es que no puedo entregarme a una persona enteramente, porque al mismo tiempo que soy de una persona, lo soy de todos. Todo esto me sucedía porque no podía erradicar mi pasado, me encontraba truncada en cada relación que tenía. Hasta que un día se me ocurro como solucionar mi problema, para poder vivir al lado de alguien una vida plena, y feliz sin que los recuerdos me invadan y me torturen el alma , la mente y me hagan perder a alguien otra vez. Entonces un día decidí llamar a mis cuatro parejas para encontrarnos en un descampado, todos a la misma hora. No puedo imaginar la cara que habrán tenido cuando se encontraron los cuatro, ya que desconocían mi plan. Yo recuerdo que me puse un vestido largo de luto, y empecé a manejar hacia el descampado. Cuando descendí de mi auto, todos empezaron a exigirme explicaciones, obvio ninguno entendía nada. Yo no contestaba a sus exigencias, tampoco tenia mucho que decir. Hasta que en un momento les pedí a los cuatro que me acompañen a caminar y así obtendrían una respuesta de mi parte, y allí en un momento de distracción de ellos los golpee con un pedazo de tronco que encontré por ahí, saque de mi cartera un frasco con cloroformo y los dormí a los cuatro. Los até de pies y manos y los encerré en un auto viejo que había estacionado el día anterior en el descampado. Cuando despertaron sin darles ninguna explicación le di un beso en la boca a cada uno, rocié el auto con queroseno, y arroje un fósforo y todo exploto junto con ellos, y yo fui arrestada. Al final de todo me arrepiento de lo que hice, porque ahora además de estar condenada a tener que lidiar día a día con los recuerdos de ellos, tengo que lidiar con sus caras de sufrimiento antes de ser ejecutados, por una condenada a las penas eternas…

domingo, 8 de agosto de 2010

N O S T A L G I C A

Siento nostalgia. Nostalgia de las hojas secas del otoño, del árbol envejecido del invierno, del amanecer en primavera. Siento nostalgia de lo que fuimos, y sin querer dejamos de ser, siento nostalgia de aquella sensación intensa apenas te conocí. Nostalgia de esa idealización que había hecho de vos, y de entender que sos un persona al igual que yo lo soy, y que tenes tus formas y conjeturas acerca de la vida, las cuales a veces no coincidían entre nosotros. Y tengo nostalgia de cuando descubrí que no debería idealizarte sino aprender a quererte de la manera menos enfermiza, y aun así, muy pero muy intensamente. Siento nostalgia de nuestros cuerpos desnudos, marcados ante las caídas y tropiezos de la vida, siento nostalgia de nuestra pureza. Siento nostalgia de tu respiración en mi nuca, de cada bocanada de humo que compartimos. Siento nostalgia de despertar con vos, de tu beso en la mañana antes de irte a trabajar, siento nostalgia de tu adiós. Y siento nostalgia de la transparencia del viento corriendo por la rendija, de la claridad del cielo, y siento nostalgia por el mañana que pronto se convertirá en ayer…

martes, 15 de junio de 2010

F 50.2

Hace dos semanas atrás me levante a las 8:30 de la mañana, como lo suelo hacer habitualmente todos los martes de mi vida. Me senté en el auto y con mi mp3 me puse a escuchar música, para no tener que escuchar las conversaciones entre mis padres que no presentan importancia para mí. Llegué al sanatorio San Gabriel para concurrir a mi terapia semanal, me senté en uno de los bancos esperando que mi psicóloga anuncie que era mi turno. Habré esperado unos quince minutos hasta que ella me llamó, como siempre me pasa desde que concurro, hace dos años y medio aproximadamente, no sabia que decirle al iniciar la charla, siempre ella me pregunta “¿y qué me contas?”, y yo respondo tímidamente ,“ No sé, nada…no hay mucho para decir.” Nunca fui buena para iniciar cosas en mi vida supongo, además el habla no es una de mis habilidades. Al final encontré algo para contar y se lo dije, y en medio de la conversación me dice, “estoy pensando que el mes que viene ya puedo darte el alta. Te veo mucho mejor.” No supe que responder, mi mente estaba en blanco aunque estaba algo distraída, ya que el sueño la mayoría de las veces me desconcentra. Luego seguimos avanzando en la conversación y como es habitual en mí, no sé si pararme y dejar mi asiento e irme ya que no sé si la conversación ya terminó, no soy muy buena para distinguir finales, nunca sé cuando retirarme. Pero al final me incorpore y me fui a mi casa, y empecé a pensar que el mes que viene me dan el alta, sentí orgullo por mí, sentí pena por mi persona, me pregunto qué será de mí sin alguien que me tranquilice, “¿acaso aún lo necesito?”. No lo sé, y estando a punto de declararme ante la sociedad una persona sana, una persona que podrá decir “estoy curada”, no sé porque lo estoy, no sé de cual de todas las enfermedades me están dando el alta, “¿acaso es por la bulimia o anorexia?, ¿acaso es por los ataques de pánico?, ¿Por qué logre resolver ciertas cuestiones de mi casa?, ¿acaso me declara sana desconociendo aún otras cosas de mí?”.Realmente no lo sé, llegué al final de todo y ME DECLARAN SANA ANTE UNA ENFERMEDAD QUE AÚN DESCONOZCO.

lunes, 10 de mayo de 2010

VIVIR ES UNA ENFERMEDAD QUE CARECE DE CURA.

He dedicado mi vida a estudiar a los seres humanos, sus comportamientos, su composición, sus sueños, sus deseos más profundos y oscuros, sus fantasías diurnas, etcétera. Y a lo largo de toda mi vida, incluso ahora mientras mi cuerpo yace postrado en este pequeño recoveco, con las paredes llenas de musgos y el olor a humedad, me doy cuenta que el ser humano es el ser mas enfermo. No sólo es loco aquel que peca matando en vida, sino también aquel que mata dentro de sus sueños, aquel que esconde sus deseos de matar, aquellos que tienen tendencia hacia la autodestrucción y aquellos que matan las fantasías.
Nadie está a salvo de la paranoia, ciertas persona creen que la muerte las persigue, algunos manifiestan un estado de paranoia por causa de la inseguridad, esto no las hace mas que enfermas. Y a veces me pregunto, ¿Quién alguna vez, no presento síntomas de bipolaridad?, por lo que observado en mis 85 años dedicándome incesantemente, día y noche a este arduo estudio sobre los seres humanos, todos, alguna vez en la vida lo hemos sufrido. Pasamos de un estado de depresión a un estado eufórico, ya sea en algunos casos por dicho trastorno, o en otros estimulados por alguna droga que altera nuestros sentidos. Y allí podemos observar otro motivo por el cual el ser humano es un ser enfermo, cuando no encuentra solución a sus problemas, cuando la realidad lo satura por completo, no hace mas que anestesiar sus problemas, colocándose en el extremo de un montaña haciendo equilibrio para no caer. Se ahoga en las drogas tanto licitas como ilícitas, y aquí manifiesta de nuevo su tendencia hacia la autodestrucción. Y así podría seguir eternamente brindándoles miles de ejemplos para demostrar mi hipótesis de que todos los seres humanos padecemos de alguna enfermedad, o de todas, en distintas etapas de la vida. Y…¿saben qué es lo peor de todo esto?. PASAMOS TODA UNA VIDA INTENTANDO SANAR, CREYENDO QUE ALGÚN DÍA NOS DARAN EL ALTA Y NOS DIRAN- “ESTÁS CURADO.”

lunes, 12 de abril de 2010

Tanta realidad me satura

Hace días que tengo el afán de hacer algo productivo, algo creativo, pero nada me sale, parecieran que mis manos se volvieron inútiles, padezco de invalides mental. Siento que las palabras a la hora de escribir no son la correctas, que los trazos en mi dibujo son desproporcionados, que no tengo coordinación en mis dedos y que mi guitarra esta desafinada, o ¿es mi cabeza la que necesita afinación?. Y mis fotos son horrendas, carecen de un carácter creativo, ¿Qué esta pasando en mi, qué todo lo que hacia que mi “yo” funcionara se diluyo?. Lloro, me desespero porque creo que me extravié , mi esencia ya no existe. Carezco de entusiasmo, porque vivo una vida que no siento como mía, una vida vacía de aquella capacidad de alcanzar lo inimaginable mediante el arte. Estoy demasiado inmersa en realidad como para lastimarme, demasiada involucrada como para saber que no puedo escapar de todo aquello que temo, que no deseo y estoy demasiado perdida, tanta realidad me satura.

lunes, 8 de marzo de 2010

Cuando empezamos es cuando terminamos.

Lunes 8 de marzo, volví a levantarme como solía hacerlo antes, aproximadamente a las 10, bañarme, ponerme mi uniforme y largarme de mi casa para vivir mi rutina, mi tortura y mi soledad. Camino de mi casa al colegio, y todo sigue igual que otros años, la misma gente, por la misma senda, con sus ojos taciturnos, y su pausada manera de caminar producida por el cansancio, algunos reflejando seguridad con sus alevosos ademanes, y otros un tanto mas tímidos, mas temerosos, agachan la cabeza por vergüenza, para ocultar aquello que creen de si mismos, y a veces una leve correntada de viento hace estremecer la hojarasca, y los árboles allí afuera simulan seguir igual, pero ellos envejecen en secreto, imperceptibles a mis ojos. Mientras, yo encendí un cigarrillo, consumiéndome a cada paso, envejeciendo con cada bocanada de humo que tragaba. Y llego un tanto resignada al colegio, sabiendo que no puedo escapar, me dirigí al baño y me mire en el espejo, contemplando mi figura un tanto marchita por mis 16 años. Luego me dirigí hacia la fila que me corresponde, y ahí estaban ellos, mis compañeros, y aquellos seres que simulan ser mis amigos, hipócritas, se la dan de mejores personas que el resto, de sinceras, me dan asco, porque por lo menos los demás no fingen quererme, me demuestran su odio o desprecio, pero ellos no, simulan, mienten, engañan, no son nada. Y después está ella, la peor de todas, dice quererme y extrañarme, cuantas veces la habré invitado a salir y ni siquiera recibía una negativa, simplemente su ausencia o su indiferencia eran las respuestas. Intente hablarle, pero pobre esta idiotizada, pareciera un mimo, una marioneta, controlada por su novio. Puede que sea súper dotada pero, ¿les digo un pequeño secreto?, no sabe nada de la vida, su vida se limita a los libros, y a su novio, pero si no sale ¿Cómo pone en practica aquello que aprende?, que vida tan miserable. Tal vez estoy un tanto enojada y por eso hablo tan mal de ella, pero en el fondo la sigo queriendo, cuan tonta soy. Y camine al aula, y me siente en mi asiento, y sentí como si estuviera en medio de una habitación, sin salida, sin ventanas, donde respirar no es más que un acto por inercia. Y toda la gente que estaba a mi alrededor, no cumple mas que un papel obsoleto en medio de todo esto.
Al final toco la campana, era hora de irme, y dejar atrás, encerrada en esa habitación, mi soledad, mi angustia por saber que después de tantos años concurriendo al mismo lugar, no hubo mas q una persona que valió la pena, es aquella que me esperaba en la salida para borrar de mi todo vestigio de esas despreciables cuatro horas en el colegio, y devolverme mi felicidad.

viernes, 19 de febrero de 2010

Des illusion

Aquel día te grite, te pedí que hicieras algo con el problema con el cual convivimos diariamente, y luego vino ella y también te grito, te dijo que sin nuestro amor tal vez hubieras sido una persona mas fuerte, capaz de imponerte ante el y exigirle que deje de denigrar nuestra vida, o simplemente hubieras armado un bolso, y te habrías perdido entre las calles y tu futuro habría sido un gran misterio tal vez para nosotros, una eterna incógnita, jamás descifrable. De tus ojos empezaron a brotar lagrimas, me sentí culpable al reclamarte, intente resistir, pero no pude evitar abrazarte y decirte que todo estaría bien, pero solo obtuve tu rechazo. Ese día me fui pensando que las cosas serian mejor así, y me pregunte porque no me dolía, porque no podía llorar para descargar tanta impotencia y frenesí provocado por todo lo que me agobiaba. Y el día termino, al otro día volví, y me abriste la puerta, me saludaste de manera indiferente, y yo respondí de la misma manera. Esa noche nos encontrábamos las tres nuevamente en el mismo lugar, discutiendo, insultándonos, esperando que alguien cediera ante tanta tensión, al final no se entendió como terminaron las cosas, solo sé que mi hermana y yo terminamos unidas por un solo propósito, buscar un poco de paz mental, y ella se quedo sola buscando no sé que para su vida, para nuestras vidas. Entonces la mire, intente buscar una respuesta en sus ojos Inexpresivos, y entendí que aunque no entendiera cual es su propósito en la vida no cambiara el afecto que siento hacia ella, entonces la abrace, y le dije “¿Cómo estas?, a pesar de todo, yo nunca te voy a dejar sola” y ella me dijo que intentaría cambiar las cosas en mi casa. Pero creo que el viento barrió la hojarasca porque los días aun continúan sin vestigios de un ayer.

lunes, 25 de enero de 2010

Sentimientos contraopuestos.

Un día escuche por ahí que los adolescentes siempre tendemos a dramatizar todo, que siempre para nosotros todo es blanco o negro y no distinguimos matices. Y últimamente me encuentro así, me encuentro parada en medio de una bifurcación, y mis opciones son blanco o negro, el blanco representando mi felicidad y el negro la duda, la incertidumbre de qué pasara si..bueno es un miedo que prefiero dejarlo sumido en mi mente, y sé que aunque niegue que lo estoy pensando, al negarlo confirmo su existencia en mis pensamientos.
Estos días son como aquella voz melancólica en medio de una canción, el paisaje fúnebre diluyéndose en la lluvia, soy un ser pequeño que se escabulle entre la multitud esperando ser reconocido, soy un ser que no logro nada por si mismo, las amistades durante mi vida, son los logros de alguien mas pero no lo siento como mío, a pesar de que me hacen sentir querida. Y son estos días en que no deseo bajarme del colectivo para no llegar al inexorable final del recorrido, sabiendo que hay una pequeña localidad, llamada Luís Guillon, donde resido con mi familia. Y me levanto de mi asiento un tanto resignada ante tanta monotonía, y veo que el sol brilla, y el día parece un espejismo, y lo veo a el a lo lejos y todo vuelve a tener sentido.

sábado, 16 de enero de 2010

OH FATHER!

Impotencia, ¿Cuántas veces más tendré que emplear aquella palabra?, ¿Cuántas veces más tendré que ahogarme en el agonioso dolor de no saber que hacer con esta situación?. Siento deseos de cortar hasta el punto mas delicado en mi, siento deseos de gritar, de romper, de matar, de matarme, de tirar todo lo que siento fuera, pero, ¿de que me sirve?.Todo es cuestión de tiempo, así suelen decir, pero, ¿Cuánto mas es de esperar, ¡eh padre!?, ¿cuánto más eh de aguantar tu despotismo?.Y a veces me cuestiono si tendré el valor para esperar el día en que pueda saborear aires de libertad. Y lloro, y me corto, y me lastimo, me destrozo, me enloquezco, no soy nada, soy todo, ¿Qué mierda soy?, me siento inútil, ante vos no soy nada y soy conciente que no puedo contra vos, y que estoy sometida a soportarte día y noche durante muchos años mas. Padre, no te das una idea de las ganas que tengo de matarte.

sábado, 9 de enero de 2010

Todo crecre y se modifica, y yo cada vez me siento más pequeña.

Ya no soy esa niña que se asombraba ante el mundo, ya no me importa si el cielo es azul, ya no temo perderme en el supermercado, y ya no me importa mas que mi propio mundo. Perdí aquella intuición que suelen tener los niños, esa convicción a la hora de decir algo. Aprendí que hay cosas de las cuales se pueden hablar y que otras deben quedar sepultadas dentro de uno mismo aunque a veces estas sean las razones que atormentan tanto a los adolescentes como a los adultos; Crecí; y todos a mi alrededor también crecieron, el trato de ciertos padres que yo conocí como represivo se altero a lo largo de los años, pero en mi caso esto no sucedió. Es desesperante verme truncada en un mismo lugar sin que nada a mi alrededor se modifique, la monotonía me frustra, y me frustra que el no entienda que la adolescencia es una etapa donde forjar un poco la independencia. Y veo nuevamente que todo crece, se modifica a mí alrededor y el cada vez me hace sentir más pequeña como persona. No ve que su pequeña niña ya es una mujer y que el no puede remendar el pasado, el siempre va a ser un recuerdo extraviado para mi, ya nada puede volver a ser como el desea porque ya no tengo cinco años.

viernes, 1 de enero de 2010

Las víctimas y los victimarios.

Hoy Escribo para correrme un poco de el papel de víctima que siempre me impongo a través de todo lo que escribo, lo que siento la mayoría de las veces, y de lo que creo ver con mi mirada cegada por la ira que siento por vivir ante un mundo, en este caso mi casa, totalmente represivo. En mis años de vida, hasta ahora, por lo general siempre fui una persona egoísta hasta cierto punto, ya que sólo pensé en mí, y nunca me detuve a mirar a los demás con detenimiento hasta el día de hoy. Creí ser quien mas sufrió, tal vez todos los problemas que me provocaba querían justificar eso; anoréxica; bulímica; aquellas noches en vigilia que dedicaba a las cicatrices que hoy en día aun adornan mi cuerpo; los incesantes problemas en el colegio; mis ataques de pánico; adicciones; malas elecciones a la hora de estar con alguien y mientras tanto los demás “¿acaso alguna vez percibí como se sentían?, ¿me importó cuanto les dolía verme caminar hacia el abismo?” la respuesta y muy segura de ello es ¡No!. Mientras ellos sufrían yo creía disfrutar de aquellos momento de frenesí, y les repetía con énfasis “No me molesten, a mi sólo me importa mi misma y no ustedes, porque ustedes no van a estar para mi en el futuro, sólo yo voy a estar para mi” y ellos me miraban con lastima y en las palabras de mi mamá habían una pizca de resignación.
Hace 5 años masomenos, cuando todos volteaban la mirada hacia mí, hacia la “pobre anoréxica”, ignoraban cuan mal estaba mi hermana, y creo que la situación de ella era mucho mas grave que la mía. Ya que el problema era el mismo, pero yo tenía el apoyo y la repulsión de mi padre, pero ella no poseía nada, ni un mínimo de atención. Y ahora me imagino, aunque nunca pueda sentirme como ella, cuan mal se habrá sentido, ahogando sus gritos de dolor en el silencio fúnebre de su cuarto.
Después esta mi mamá, siempre corriendo por algún problema mío, sufriendo por mi, por mi hermanos y me pregunto “alguna vez tuvo tiempo para pensar en si misma?”. Siempre preocupada por los demás, negándose la realidad saturada de tantos problemas.
Después se encuentra mi hermano, quien ya tenia suficiente con los problemas provocados por mi padre, y los recuerdos que lo atormentaban e intentaba ahogar en alcohol, o borrarlos de un disparo. A veces me detengo a pensar y creo que el es el que mas se parece a mi en ciertas cosas, por eso creo comprenderlo mejor que a otros en mi casa.
Por último esta mi padre, un hombre que no me puede ser indiferente, ya que siempre se hace notar a través de sus gritos, insultos y su aire de superioridad e omnipotencia , ante nosotros, su familia. A veces siento mucha bronca ante su forma de obrar, pero otras me da lastima, veo que intenta cambiar, pero sus cambios son efímeros, hoy es un hombre con quien se pude hablar, y al otro día es un tirano. La mayoría de las veces tengo ganas de matarlo, pero me da lastima saber cuan sólo se encuentra en el mundo, ganándose el odio de su familia por su estúpido cinismo.
En fin lo que quiero decir, con tantas palabras inútiles tal vez y con pequeñas anécdotas que doy a conocer, es que al final, todos en esta casa sufrimos, lloramos por los propios errores y la de los demás. Pero todos somos falibles, y todos en esta casa, somos víctimas y victimarios.