Liberame de tu opresión

"¿Sos feliz?", me pregunto aquel ser en un viaje en colectivo, y por un momento sentí que me perdí en mi propia vida, y luego respondí “si, soy feliz. Lo soy porque creo que a pesar de que debo mentir para sentirme libre de todo, sentir que mi alma es indómita, para sentir que no tengo más límites que los que yo me impongo, todo lo que hago me satisface, ya que siento placer en los placeres efímeros.”Pero los días pasaron, y esta pregunta sonaba como ecos en mi mente, me respiraba en aquellos sueños diurnos, y empecé a dudarlo “¿acaso soy feliz?”, y esta vez la respuesta fue otra, “no lo sé”. Ya no aguanto más tener que mentir, tener que ocultarme, escaparme, no aguanto el encierro, me siento asfixiada, loca, desesperada, “¡por dios, déjenme respirar!”.Mi libertad siempre se ve frustrada por el, y siento que ya no tengo como enfrentarlo, ya hable, ya engañe, ya pelee por lo que creí y aun creo justo, “¿Qué mas puedo hacer?, ¿Cómo atenuar este dolor que siento?, ¿Cómo sentir que aun conservo un ápice de libertad?, si soy esclava del dolor que este ser repugnante me produce.” Y en la realidad no puedo escapar, y en mi mente me veo encadenada, sometida a sus gritos y deseos. Siempre me pregunto “¿Qué seré para el?”, no creo que me vea como un ser humano, ya que por definición todo ser humano tiene poder de decisión sobre si mismo y, según el, yo no lo poseo. No soy más que un objeto que le da vida , que le da una razón de ser mientras que el a mi me la quita. Para el no paso a ser más que un muñeco, un títere manejado por su locura y su maldito cinismo.