ya no existen miradas,
si no sé en que momento
perdimos los cuatro puntos cardinales.
Ya no existen lazos,
ya no existe mañana,
si me quede atrapada en la trampa
de aquellas horas pasadas.
Y se me muere el deseo,
y se me deforma la risa,
es tan solo un eco,
cargada de mentiras,
si solo se hace presente entre los transeúntes,
y en mi almohada se oculta con prisas.
Y por ahí se muere este amor,
esta famélico de besos,
y solo se alimenta de dudas.
Y aunque sé que puedo curarlo
antes debo sanar mi dolor...
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